Señor, dame una señal!

En los momentos que hay que tomar decisiones, pienso y busco las señales que la vida, un ser superior o cualquier designio que me parezca interesante me puedan dar. (Si, es que realmente me las estuviesen dando).

Son tantos los caminos los cuales uno puede seguir en determinado momento de la vida, que me turba e imperiosamente quiero tomar el que sea correcto. ¿pero, cuál será el correcto?

Me preocupa eso de convertirme en una tuerca de este mundo dominado por pequeñas cúpulas del poder. Siempre quise y he querido tener roles que provoquen cambios en mi entorno, en mi ciudad, en mi sociedad.

Ambicioso, ¿ verdad?

Pero, yo me pregunto que hará la diferencia, entre quienes queremos ser aves libres, de otras que quieren estar enjauladas.

Dar el primer paso, me dice mi mentor. Atreverse, me acota a su arenga que por esta tarde prendio esos brios que hoy están medio calcinados.

Dar el primer paso.

¿Cómo doy el primer paso?
A veces me pregunto, donde quedo la valiente Ángela, ese torbellino imparable.
Quizás debe haberse quedado dormida culpa de su extraña forma de divertirse, como dijo una amiga.

La pasión y las ganas. Hoy, mi mentor me hablo y creo que lo hizo desde su corazón, de ese que tampoco está tan apagado.

No tengo nada que perder, fueron sus palabras.

Y es totalmente cierto, no tengo nada, pero nada que perder.

Y si me piden enumerar para que soy competente diría:
- Aprendo rápido, y me adpato maravillosamente a ambientes adversos y no adversos.
- Soy perspicaz y suspicaz
- Me sobrepongo con rápidez asombrosa.
- Tengo esa manía de desconfiar de todo y solamente creer hasta que lo vi. Aunque conservo esa inocencia que hace falta en estos días.
- Ah!!! y entiendo mucho de Arquitectura de la Información.

Justamente las 5 cualidades o aptitudes que el mentor me dijo que debía tener. No estoy tan mal.

Ya entendí sr. Cual fue tu señal! Creo que estamos saldados!