Camino rápido hacia mi casa porque mi bolso que pesa la mitad de mi peso corporal ya no lo resisto. Cuando abro mi cartera no sólo no encuentro las llaves de mi casa que algún recóndito lugar de ese bolso deben estar, sino que en vez de ellas aparecen papeles (boletas, post- it, pasajes de micro), plata, bolsas de té, sacarina, cremas de manos, de cara, un escuché con maquillaje, una agenda, celular, lápices, pilas, cepillo de dientes, pasta de dientes, lentes ópticos, dulces, clip y podría seguir enumerando.
Y es que las carteras de las mujeres son un mundo aparte, un lugar que sólo cada una puede descifrar, ni siquiera otra de nuestro mismo género, es más cuando mi mamá me pide algo no lo puedo encontrar.
Cuántas veces nos ha pasado a nosotras eso de que nuestro celular suena y suena y finalmente cuando lo encontramos entre tanta cosa y cortan la llamada, una rabia!!!
Cuántas veces las llaves no se encuentran o esa boleta para pasar a buscar algo a la tintorería o al zapatero y simplemente la boleta se perdió en el triángulo de las bermudas de nuestras carteras.
Cuántas veces vamos acompañadas y empieza: a reclamarte por el orden de la cartera y a mirar con ojos reprobatorios de por qué no haces orden en esa cartera.
Las cosas son así, las carteras y su desorden es lo que a una mujer una dieta, todas alguna vez hemos hecho una.
Saludos.
4 comentarios:
Como hombre mi visión sobre los bolsos de mujer son la admiración total. Es como ese astrónomo que se admira y que a la vez no entiende un agujero negro.
El bolso de mi chica es la pura Teoría del caos. Y lo que me asombra es que en ese agujero negro ¡ENCUENTRA TODO!
Un besorrio, Angie.
Bueh... el bolso de mi chica lleva una .38 o una .9 mm...
Ufff... es Guardia, jeje...
Aun no sé, qué llevaba una ex compañera de la facultad... ¿ladrillos?, una vez me dijo "porfa trae mi bolso", lo tomé y pesaba la tonelada... no me explico.
La cartera de una mujer es más bien como la cabeza de su dueña, explica el fenómeno de su desentendimiento del mundo. Se posan los segundos y derrepente todo está ahí. Saltos en el tiempo y recuerdos de momentos inconsientes, todo, absolutamente todo cabe en la cartera de una mujer, incluso las cosa que es mejor olvidar.
jajajaja las carteras, bolsos y mochilas de las mujeres en general son un desastre digno de un holocausto nuclear, casi nunca se encuentra nada ahí.
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