El tiempo avanza, y no tengo claro si lento o rápido, porque todos los días son distintos en esta nueva situacion en la vida que me acompaña. Y es que estar embarazada es subirse a cada rato a una montaña rusa. Todo es nuevo, sobre todo cuando es la primera vez, todo es aprender, todo es esperar, todo es tener paciencia, algo que he tenido que aprender a cultivar. El cuerpo cambia y los pensamientos también. Sentir que uno ya no anda sola, y que cada acto, decisión y hasta comidita que piensas comer también es efecto para la otra persona que vive de ti y dentro de ti.
El jueves supe que el bebito, ya tiene identidad y es hombre, a excepción de que mi doctora se haya pegado el piscina de su vida. Aunque el 6 de mayo lo ratificaré.
Pero algo raro me pasa. Desde que supe que estoy esperando un bebitoooo... nunca me lo he proyectado como mujer, siempre lo he pensado en hombre, no porque no quiera tener una mujer, ni tenga preferencias por un hombre, sino que es algo que me pasa, yo imagino que al nivel de conexión que tenemos, lo debo presentir. Eso quizás debe ser.
En fin... así van mis días. Descubriendo y maravillándome, sin duda, con lo más bello de la vida, que es la vida.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario