A veces pienso que mi hicieron un lavado de cerebro, o quizás apagaron un chip dentro de mi, cualquiera de las dos explicaría mi falta de emoción ante cualquier hecho, que en la jerga de mi futura profesión, se denominaría: "ínteresantemente periodístico".
A veces esta falta de emoción, hace que me cuestioné y me pregunté: "me habré equivocado de carrera". Demasiado tarde para pensar esto a un semestre de terminar todo.
Y es que en varias oportunidades me he visto pillada por esa pregunta capciosa de Don manuel, cuando ocurre algo "interesante" afuera de su ventana: "¿No andas con tu cámara digital, Angela?". Efectivamente todas las veces que me lo ha preguntado, nunca he andado con ella en el bolso.
Es cierto, si hay un hecho llamativo, me paro y lo miro, harto rato, es más, trato de escuchar o de sapear en buen chileno, pero más allá de eso no llego. Es posible que producto de mis dos años en la DTI de la UdeC, me haya vuelto más cercana al mundo digital, tecnológico, y es que si me analizo, me emociona ver más una plataforma terminada y funcional o un elemento gráfico bien puesto que un llamado de la sirena de bomberos.
Más me comparo, cuando estoy con el Negro, mi pololo, el es reportero gráfico y más de alguna vez he visto sus ojos brillar cuando sirenas de bomberos, de alguna ambulancia o de los carabineros suena más de una vez, él si que tiene esa adrenalina a flor de piel, esa que ¿yo pude haber perdido?, o quizás nunca tuve.
El año pasado tuvo que ir a Antuco y cuando lo volví a ver, sentí que estaba recibiendo a un heroé de guerra, venía sucio, barbón y con cara de cansado. Ese hecho lo marcó, pero también sé que en fondo lo disfruto, claro, no por el hecho de ver sufrir a la gente, sino por el hecho de estar "ahí". Y es que para él un accidente de tránsito, sin muertos ya no es accidente.
Su emoción muchas veces ha llegado a emocionarme, sin que él lo sepa, claro. Otra veces lo comparo con una ave rapaz, mientras más sangre y escándalo mejor.
En esta etapa decisiva para mi vida, me pregunto: si sería mejor volver a la emoción del Periodismo o quedarme en mi trinchera tecnológica, desde la cual estoy ahora. Respuestas no tengo, creo que dejaré una vez más que la corriente me lleve y me ponga donde tengo que estar.
4 comentarios:
Pero no necesariamente un periodista debe ser de crónica roja.
Para todo tipo de persona hay algo que encaja dentro de la carrera
Estoy de acuerdo con Pulpin. Cada profesional de la información o de lo que sea tiene SU SITIO. Lo que estremece o motiva a uno no tiene que ser lo mismo que para otro. En esa diversidad encuentras TU VALOR AÑADIDO frente a los demás.
Lo que disiento un poquito contigo es en eso que dices al final de "dejarse llevar". Lucha por tu espacio, por ti; por muy distinto que tú lo veas frente a los demás. En la profesión haz lo que más te guste, pero sé la mejor en eso.
Concuerdo con las dos opiniones aqui escritas. Si embargo y por "defecto profesional", quiero ahondar en cuanto a la emoción de los reporteros gráficos. Llevo 12 años contando historias con mi camara para que queden plasmadas en los diarios, es verdad lo que dices, para uno es el hecho de estar ahí, frente a una noticia, con la cámara deteniendo momentos. Me pasa lo mismo que al negro, pero siempre, por "fome" que parezca una noticia, no debemos perder la capacidad de asombrarnos, esto ayuda a orientar mejor e identificar hacia donde va noticiosamente una historia. A mi, a pesar de los años que llevo, me conmueven los rostros de la gente, el sufrimiento ajeno, es eso, no es lo mismo ver gritando desesperada a una madre que le mataron a su hijo que el cadaver de alguien en cualquier hecho de sangre, mal que mal el muerto, muerto está. Y sí, tambien he visto la cara del negro llenarse de emoción cuando escucha una sirena, curioso, nos une la fotografía y el haber sido bomberos, cosas de la vida.
Un caso como muchos... pero es patente el hecho de que al ver demasiada sangre, se termine amando la escena, plena de sesos, muerte y llanto...
Es Dantesco, no?.
Yo prefiero los Arquetipos y la Defensa de la Vida en todas sus manifestaciones...
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