sábado, mayo 21, 2005

ER: La sala de emergencias y el peso del delantal blanco

Este año como nunca me ha tocado estar en la urgencia del Hospital de Concepción. Un lugar sin dudas que deja más enfermos a los enfermos, porque a parte de la carga sicológica que tiene, su oscuridad, la poca ventilación y la infinidad de gérmenes que uno imagina andan dando vueltas por ahi, configuran un marco bastante deprimente a la ER penquista.

Lo llamativo de todo lo que escribo, es que cada vez que me siento en la ER chilensis, me acuerdo de la serie que transmite Sony, con sus bellos doctores, sus "bellos pacientes", sus modernos equipos y sus adrenálinicos día a día.

Vuelvo a mirar la sala de urgencias del Hospital Regional y no veo nada de eso, ni siquiera a un George Clooney , sino todo lo contrario, un guardia de una empresa externa que grita a viva voz, quien entra a los boxs, unos doctores y unas enfermeras que nunca veo, y procedimientos que sólo el paciente sabe como se desarrollan. (en ER de sony, los familiares muchas veces están ahí al lado viendo como los reaniman, como les insertan tubos, como los operan, es fuerte, pero eso muestran)

Y es que la versión gringa seguramente es el sueño de todo doctor.
Ahora entiendo porque los jóvenes médicos chilenos prefieren la burguesa salud privada, en vez de la poco hollywodense salud pública, aunque la pública debe ser un poquito más emocionante.

Pero, más allá de este comentario de espectáculo disfrazado de crítica social, hay un punto interesante en todo esto y es el peso que tiene el delantal blanco de los médicos y eso se nota tanto en el ER penquista como en el ER americano, sin lugar a dudas el ponerse ese delantal es casi convertirse en un Dios, de esos dioses que los pueblos precolombinos veneraban, sin restricciones.

Alrededor de ese delantal blanco se forma un aura indescriptible que no da cabida a dudas y pocas veces cuestionado.

Y si cualquier otro profesional sufre el karma de la inexperiencia en sus primeros años; los que pueden colocarse el delantal blanco o el disfraz de médico no sufre tal flagelo.

Sí, estamos en la era de los "falsos dioses", ellos nos ganan por varios cuerpos a los demás profesionales. Y da un poco de envidia. Sencillamente porque aparentemente ellos no deben demostrar nada.

Por esta razón y desde ahora, he decido salir a cumplir mis labores periodísticas drisfrazada de médico :)

www.conce.cl

2 comentarios:

Instantes ~ Fugaces dijo...

hola!
yo veia ER, era buena y yo kcho q un sueño pa todo doctor chilensis, en fin... escribes muy bien! me gusto tu blogg, ademas vi la página www.conce.cl está super buena, me agrada muchoe sa ciudad, ojala el otro año pueda estudiar alla.
Besos

Anónimo dijo...

Angela, comparte totalmente tu opinión acerca de los Dioses de Balnco...es quizá el unico gremio que puede realmente cambiar el mundo y no lo hace por que no les interesa o pierden plata.

No basta con creerse Patch Adams.
Realmente los medicos nos hacen creer que son dueños de toda vida que entra al lugar sin siquiera preguntar su nombre... sepan que el sistema de salud está así gracias a ellos.
No basta con creerse Patch Adams.

Un día casi muero por causa de una espina en mi garganta, mientras el medico de turno estaba en su hora de descanso. Gracias a que introduje en mi boca un elemento metálico que pille en la urgencia, rompi la espina y pude respirar.
No basta con creerse Patch Adams.