Cuando le dije a mis papás que no viajaría el fin de semana largo, sus caras no reflejaron mucha alegría que digamos. Pero los compromisos adquiridos aquí en Conce, me obligaron a quedarme.
Pero debo confesar que también existen otras razones por las que siempre he disfrutado quedando un fin de semana con tres días de no hacer nada en la ciudad penquista. Tal como siempre le dijo al negro, es un agradabílisimo quedarse en la gran ciudad cuando todos se van, caminar por las calles, sin escuchar tanto ruido por Carrera, ir al supermercado y ver como el niño que está con su papá en la caja, te confunde con una pareja de casados, o dormir hasta tarde y no sentir nada de ruido... eso es vida, sin lugar a dudas.
Poca televisión, nada de internet, muy poco celular, comer rico, estar con los amigos, y la más linda compañía (amorosa), recuperan a cualquiera.
Hace falta desconectarse de vez en cuando, hace falta no hacer nada y dedicarse al ocio, ojalá uno pudiera estar más tiempo así.
Este fin de semana me pasó y fue un disfrute.
2 comentarios:
por la compañia amorosa te kedaste po lo demas son extras no mas!!
picarona!!
saliste!!!
nos leemos
Que bien que haya estado bien tu compañía.
Yo por lo menos quiero puro irme.
Y ano me aclimaté.
No quiero estar acá para mi cumpleaños
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